Como comenté en el primer artículo de este blog: 1-BASES Y
ORIGEN DE LA GRAN SUSTITUCIÓN el complejísimo fenómeno de la Gran Sustitución
tiene principalmente dos dimensiones: Una externa, la inmigración masiva; y
otra interna, la dinámica demográfica de los pueblos europeos. La interna, que es en la que nos vamos a
centrar hoy, se basa en el descenso del
índice de natalidad de las familias europeas que, en términos generales, se
establece actualmente en torno a 1 hijo por mujer en la mayoría de los países
occidentales. Estas cifras que desde los medios de masas se tratan como
anecdóticas son el mejor reflejo de la decadencia de nuestra civilización en
tanto que aparte de la crisis cultural, espiritual o nacional hemos alcanzo ya
un grado de degradación biológica: Los
pueblos europeos no se perpetúan en el tiempo. Por tanto, hoy analizaremos la
evolución y las causas del por qué de este descenso sin el cual nos sería
imposible entender el fenómeno de sustitución racial en tanto que sin esta
caída demográfica no podría efectuarse el reemplazo. Para ejemplificar la
exposición me centraré especialmente en el caso español por ser más conocido si
bien es extrapolable a cualquier país occidental.
Tal vez la primera pregunta que debemos hacernos es ¿Cuándo sufrió la caída de la natalidad
nuestro pueblo? España es un caso especialmente curioso por producirse el
descenso de las cifras de manera vertiginosa. En 1975 la media de hijos por
mujer era de 2’78, mientras que para 1997 ya había descendido hasta 1’19. El descenso
es muy pronunciado y en un espacio de tiempo muy breve. Podemos además afirmar
que, en los primeros años del siglo XXI lejos de ponerse solución la tasa ha
continuado descendiendo (Las únicas ocasiones en que los índices de natalidad
españoles han aumentado se ha debido a la influencia de la migración)
Llegado a este punto conviene preguntarse ¿Qué lleva a esta caída vertiginosa? He
señalado dos razones principalmente: En primer lugar razones de tipo socio-económico
y en segundo lugar razones de tipo cultural e ideológico.
Factores
socio-económicos
Estos factores son de muy diversa índole y cada uno de
ellos con su propia complejidad interno, relacionados todos ellos con el
desmantelamiento del Estado del bienestar y las crisis económicas cíclicas:
1. La población joven sufre el desempleo y la consiguiente
inaccesibilidad a la vivienda, lo que imposibilidad cualquier tipo de proyecto
familiar. Un estudio del año 1997, aplicable al día de hoy, dicta que un 77% de
los jóvenes de entre 15-29 años vivían con sus padres, en la mayoría de los
casos porque no tenían trabajo o dinero suficiente para independizarse.
2. Además, la precariedad del empleo existente que impide
cualquier tipo de planificación familiar.
3. Los parados, por supuesto, tampoco pueden plantearse la
formación de una familia y en caso de tenerla, su ampliación.
A grandes rasgos, estos tres problemas impiden en gran
medida la formación de un núcleo familiar, no porque la población haya decidido
no tener hijos, sino porque simplemente no hay posibilidades reales de hacerlo.
De hecho, sí que existe un deseo en la sociedad de tener
más hijos: Según una encuesta del CIS del año 1998, un 47’2% de los encuestados
afirmaban querer tener más hijos (Incluyendo los que no tenían hijos y los que
ya tenían alguno). De éstos, un 80% no lo hacía por las razones económicas
anteriormente citadas. De ser ciertas estas estimaciones, la natalidad española
aumentaría notablemente de haber unas condiciones económicas y laborales
mejores.
Sin embargo, si he analizado en primer lugar las causas económicas es precisamente porque
las considero secundarias en el problema: Nuestros ancestros vivieron en
unas condiciones de vida bastante más duras que las nuestras y sin embargo sus
tasas de natalidad eran muy superiores. Por otro lado, en países pobres la
natalidad se mantiene también en niveles elevados, con lo cual podemos concluir
que, si bien la economía influye, lo que realmente determina la natalidad de un
pueblo son sus condiciones ideológicos,
culturales y espirituales.
Factores
ideológicos, culturales y espirituales
Como ya he adelantado fue realmente el cambio de las mentalidades lo que
supuso el comienzo del invierno
demográfico en todo Occidente. Recuperando el ejemplo español podemos ver
como la caída en las cifras coincide con el tránsito de la Dictadura a la
Democracia con una precisión quirúrgica: Desde el mismo año 1975 se puede
observar claramente el ‘’derrumbe’’, de un año para otro, lo cual nos permite
hacernos una idea de la enorme influencia que tienen las mentalidades.
Este mapa muestra claramente el descenso de la natalidad, el pequeño aumento de la misma producido por la inmigración y finalmente el nuevo descenso provocado por la crisis y el freno que ha supuesto ésta a la inmigración.
Si bien la Crisis del petróleo del año 73 o la inquietud
generada por el cambio de sistema político pudieron tener cierto peso, podemos
señalar claramente al ‘’cambio cultural’’ como el culpable: La proliferación de
los anticonceptivos, el retraso de la nupcialidad, la incorporación de la mujer
al trabajo o la proliferación del aborto entre otros factores han llevado a esta
importante reducción de la natalidad.
El caso del aborto merece capítulo aparte en tanto que en España hay 1 aborto
por cada 4 nacimientos, tasas similares a las soviéticas. La justificación para
este tipo de práctica entronca con las condiciones económicas mencionadas con
anterioridad: Parejas sin vivienda propia, precariedad laboral, paro, la
imposibilidad de compatibilizar la maternidad con la crianza del recién nacido
pero también la visión negativa que se
tiene de la paternidad en nuestra sociedad enferma difundida desde los
grandes medios de masas, sobre todo a través del ocio (Series, películas,…) No
debemos olvidar la propaganda vertida las 24 horas del día, los 365 días del
año en la que te ilustran de manera continua de como el tener hijos te apartará
de la vida hedonista que toda persona ‘’progresista y abierta’’ que se precie
debe llevar en el siglo XXI. No me extenderé en esta cuestión pero seguro que a
los lectores se les ocurrirán cantidad de ejemplos.
En definitiva, la llegada de la post-modernidad y la destrucción paulatina de toda forma de pensamiento tradicional, ha ido
socavando la posibilidad de, al menos, lograr el relevo generacional. A pesar de todo, parece que hay una especie de
instinto que aflora ya que en torno al 50% de la población quiere tener hijos o
ampliar la familia ya existente tal como reflejaba el estudio antes citado, si
bien éste se realizó en 1998, momento en el cual España no era aún uno de los grandes bastiones del progresismo tal
y como lo es hoy. Sin querer quitarle ‘’méritos’’ a J. María Aznar, la deriva
hacia la definitiva instauración del conjunto de ideologías que conocemos como
progresismo se efectuó durante el gobierno de J. Luis Rodríguez Zapatero siendo
mantenido hasta hoy por M. Rajoy. De repetirse la encuesta hoy nos mostraría
muy posiblemente un descenso en el deseo de tener hijos.
Tras todo lo dicho podemos considerar 1975 como el año
clave en tanto que desde ese momento ni la población española ni la natalidad
volvieron a crecer. Tan solo la inmigración
de reemplazo ha permitido observar leves aumentos en el número de
habitantes y en las cifras de natalidad de ahí la idea de algunos de considerar
la inmigración ‘’imprescindible’’, sin comprender que esta solución lleva
intrínseca la Sustitución de nuestro pueblo.
¿Soluciones?
Bien, la siguiente pregunta ha de ser necesariamente esta:
¿Cómo acabar con el desplome demográfico
y recuperar la natalidad?
Para la solución del problema habrá que atajarlo
directamente en las bases del mismo que son, precisamente, las que hemos
analizado en este mismo artículo. No debemos caer en argumentaciones absurdas
tales como ‘’aumentar las ayudas
económicas por hijo’’. A un joven que está viviendo con sus padres y que no
tiene trabajo, no tendrá un hijo aunque le paguen directamente 10.000€. Lo
mismo puede decirse de alguien que aborrezca la idea de la paternidad. Para la
solución de los problemas hay que eliminarlos desde la raíz. Si las ayudas
económicas funcionan en países como Polonia es precisamente porque han
mantenido un pensamiento tradicional y siguen profesando el cristianismo (Del
de verdad, no como en España) no porque haya más bienestar que aquí. De hecho
toda la Europa post-soviética tiene peores condiciones de vida que la Europa occidental
y sin embargo sostienen unas tasas de natalidad bastante aceptables
Por tanto lo primero sería tratar de operar un cambio en las mentalidades, eliminando la actual
cosmovisión imperante en todo Occidente basada en el ya mencionado hedonismo y
en la idea de paternidad como algo negativo y dañino. Esta tarea puede parecer
sencilla pero es realmente la más complicada
ya que llevamos sufriendo durante décadas una ingeniería social galopante y
difícil de revertir. A pesar de la dificultad puede efectuarse al margen de los
estados a través de medios alternativos que difundan ese tipo de cuestiones o
incluso la acción individual de cada uno de nosotros. Bajo ningún concepto
debemos confiar en nuestros propios gobernantes para revertir la caída demográfica:
Ellos ya han elegido su solución que no es otra que la de traer a millones de
extranjeros para ocupar, literalmente, nuestro lugar.
Una vez las mentalidades hayan recuperado las estructuras
tradicionales y, por otro lado, naturales, se pueden efectuar las medidas de tipo económico o asistencial.
A riesgo de parecer pesado me veo obligado a reafirmarme: De nada sirve las
ayudas económicas a la natalidad sin haber eliminado la ingeniería social.
Bien, estas ayudas económicas deben
efectuarse desde el Estado y por tanto este tiene que ser afín a nuestros
intereses. Deben garantizarse a nuestro pueblo tres cosas: Trabajo, vivienda y compatibilidad paternidad con el mundo laboral.
Antes de continuar debo puntualizar una cuestión: No soy economista con lo cual
no puedo elaborar aquí un programa de profunda reforma económica para todo
Occidente, sería demasiado pretencioso. Por tanto lo que haré será recoger un programa de mínimos que todo estado
pro-nacional y pro-natalidad debería implementar en aras de apoyar la salida
del invierno demográfico:
-Trabajo: Para que el trabajo favorezca la natalidad debe tener por lo menos dos condiciones
que son la estabilidad y el sueldo digno, que permita poder plantear la
planificación familiar y tener unas condiciones de bienestar mínimas.
-Vivienda: En el caso de la vivienda deberá ser asequible y de cierto tamaño con el
fin de albergar una familia de varios miembros. En este caso el estado puede
efectuar programas de creación de viviendas de protección oficial u otros
similares.
-Compatibilidad del trabajo con la vida familiar: Otro elemento
importante sería permitir la combinación entre vida laboral y familiar a través
de permisos y otras prestaciones similares. Como medida complementaria también
podrían ponerse a disposición de las familias guarderías públicas que facilitaran el cuidado de los hijos aunque
personalmente soy más partidario de los permisos. De todas formas ambas pueden
actuar de manera coordinada.
No deja de ser curioso como estos tres puntos no se
cumplen ni por asomo en España: El trabajo es precario, inestable y con sueldos
bajos; la vivienda inaccesible y te hipotecará para muchos años; y la
compatibilidad entre vida familiar y laboral prácticamente imposible ante las
largas jornadas de trabajo. Estas tres sencillas premisas (Recordar que es un
programa de mínimos) aquí recogidas son prácticamente imposibles de efectuar
bajo el neoliberalismo en tanto que
necesitarían de la intervención del Estado y son opuestas a la deriva de la
Globalización: Trabajos precarios, bajos sueldos, continuos cambios de puesto
de trabajo,…
Del mismo modo no debemos pensar en la aplicación de
proyectos de este tipo mientras España sea estado miembro de la Unión Europea
ya que no nos permitirían saltarnos sus restricciones y controles además de que
no se puede plantear un programa patriótico y social manteniendo el actual
sistema socio-económico neoliberal tal y como ya he comentado. Finalmente como
complemento también podría proporcionarse ayudas
económicas por cada hijo tenido así como exenciones fiscales para las
familias en proporción al tamaño del núcleo familiar.
Todo lo dicho podría quedar resumido en el siguiente
esquema en forma de pirámide: La base para la recuperación de la natalidad se
basaría en un cambio en las mentalidades, básicamente la eliminación de la idea
de la paternidad como un modo de vida negativo, acompañado de medidas variadas como
la eliminación del aborto, por ejemplo. Una vez realizada esta tarea y
apoyándose en dicho cambio, se efectuarían las reformas de tipo económico y
laboral.
La magnitud de la tarea es considerable y posiblemente
podría llevar a la configuración de todo un nuevo régimen demográfico que hasta hoy nos es desconocido en tanto
que ninguna nación ha ido más allá del régimen
demográfico moderno. No existen, por tanto, referentes a imitar sino que se
debe actuar sin ningún tipo de modelo: Se debe construir desde 0 un nuevo ciclo
demográfico.
Al margen del provecho o no que se pueda extraer de estas
medidas descritas creo que, humildemente teniendo en cuenta que no soy
demógrafo, sí que pueden servir como base para un futuro proyecto encaminado a
asegurar la supervivencia de nuestra gente.
¿Se te ocurren otras medidas mejores o más eficaces?
¿Crees que las causas de la caída de la natalidad son otras? Dejen sus propias
interpretaciones, opiniones y proyectos propios en los comentarios o en cualquier
de las redes sociales del perfil Gran Sustitución (Twitter y Facebook) Juntos
tal vez podamos ir diseñando un atisbo de solución.
Fuentes para la realización del artículo:
Estudio titulado El
futuro demográfico de España
http://www.forumlibertas.com/ya-hay-1-aborto-por-cada-4-nacimientos-en-espana/
Considero que el dinero da igual.Los ricos tampoco tienen hijos en abundancia.El problema es mucho más profundo y deprimentemente fascinante.
ResponderEliminarEstoy seguro de que las mujeres antiguas no se sentían sometidas por la maternidad temprana y numerosa.Para los diversos pueblos de la historia la natalidad lo era todo:su futuro,su plan de pensiones y su fuerza militar.El "trío de horrendas calamidades" :guerras,epidemias y hambrunas;solo con una fuerte fertilidad pensaban nuestros sufridos antepasados que tenían posibilidades.Para ellos ese progrerio de mierda nuestro de TENER HIJOS=ATRASO,no tenía ni el más remoto sentido.Era algo asimilado,respetado y absolutamente necesario.QUÉ NOS PASA A NOSOTROS??.Personalmente pienso que no vemos la interconexión.Imagínate a una encantadora chica de diecinueve años,que queremos para ella??.Pues que vaya a la universidad,que hable estupendamente inglés y algún otro idioma,que viaje,que maneje su propio auto,que sea independiente y que no le aguante nada a un tío.Hijos??,uno o dos máximo.O mejor ninguno,que queda muy progre.El problema,que los españoles no quieren darse cuenta,es que para que exista esa chica encantadora previamente debe existir la madre CONEJA,la atrasada,la de la odiosa cadencia de vida de nuestras pobres abuelas y la que provoca un clamoroso rechazo social.Está interconectado.Lo uno no puede ser sin lo otro.Todo eso que hablan de crisis económica,paro,ayudas natalistas y malos salarios pueden meterlo en una bolsa y tirarlo a la basura.Jaque mate demográfico para España y Europa.
ResponderEliminarLos frentes al problema son numerosos y todos deprimentes.Observen a un grupo de encantadoras universitarias,en serio creen que con unas cuantas ayudas natalistas e incentivos fiscales veríamos un baby boom??.Conviene no perder de vista a los ANTINATALISTAS o a los ecologistas que han declarado el mundo superpoblado y debemos extinguirnos impecablemente.También el papel del hombre/marido/padre moderno español es extraño y ambiguo.Cuando una chica debate y cuestiona un aborto,ni el padre ni los abuelos ni mucho menos un tío tienen derecho a opinar nada.Sólo ella tiene la llave y podría pensarse que ser padre no es importante.Pero luego,cuando vienen los líos del divorcio,ser PADRE recobra una impresionante relevancia.PARA SOLTAR BILLETES!!.Los maridos/padres podrían mostrar su maltrato y humillación y decir que la pensión se la pase el "chomino insumiso" [grupo feminista radical] ese.Hay que aclarar si ser PADRE es importante o no.El suicidio/invierno/cataclismo demográfico parece imparable.Si pisas "crisis demográfica" salen miles de blogs hablando de esto desde hace años ya,y la situación empeora cada año.Normalmente,de una manera muy inocente e ingenua,la "solución" es ayudas natalistas suecas y alemanas.O sea,tener hijos reducido a un cochino mercantilismo!!.Me da tanto asco que no voy a tener la inelegancia de seguir....
ResponderEliminar"Brujas" , de Mona Chollet ,es un libro feminista que ataca sin piedad a la maternidad.Incita a las mujeres modernas para que no arruinen su vida siendo madres.Parece ser que con aquellas mujeres raras y solitarias se hicieron auténticas canalladas y Mona denuncia que la caza de brujas es el único genocidio masivo de la historia que la gente comenta sonriendo.Con libros así [aunque excelente como lectura] va a subir mucho la natalidad.....
ResponderEliminarMuchísimas veces en la vida,por más que lo deseemos,debemos resignarnos con un... "Qué se puede hacer??.Muchas preguntas sin respuesta,hechos desconocidos,errores [aunque muchos filósofos dicen que no existen los errores,sino lo que haces y no haces] del pasado que,aunque todo el mundo te dice que no se arrepiente de nada,te encantaría poder cambiar.La juventud española y europea NO quiere complicarse la vida muchos niños y familias numerosas.CON DINERO O SIN ÉL.Qué se puede hacer??.En esa misma línea el aborto no sólo está muy bien visto sino que lo contrario...en fin,ya saben.Las ayudas natalistas suecas esas que todo el mundo reclama no han servido de gran cosa ni en Suecia ni en ningún lado.Todo el mundo dice que los sueldos/salarios son una mierda pero los ricos tampoco tienen ningún baby boom instalado en su casa.Para borracheras y fútbol sí que hay dinero.Qué se puede hacer??.Alberigo CARACCIOLA.Los Boliches.[MÁLAGA]
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