2- EXTENSIÓN DE LA GRAN SUSTITUCIÓN POR PAÍSES

Dentro de la complejidad que encierra el proceso de sustitución racial que sufre Europa hay que señalar de manera ineludible los diferentes ritmos a los que se produce dependiendo del país: Los inmigrantes se desplazan hacia los países más ricos y con unas economías más desarrolladas en busca de puestos de trabajos y ayudas, en muchos casos llamados y recogidos por nuestros propios gobiernos (Conviene recalcarlo)
Las particularidades nacionales de cada país, el gobierno de turno, la localización geográfica, la situación económica y otro sinfín de elementos hacen que la Gran Sustitución no sea un fenómeno que se extiende de manera homogénea por Europa sino que presenta grandes diferencias nacionales. Basándome en este principio, trataré de establecer que zonas de Europa se encuentran más afectados por el proceso de sustitución racial. Podemos hablar básicamente de tres regiones: Norte europeo, zona de instalación; sur, zona de paso y este, el mundo post-soviético. Estos tres grandes espacios se caracterizan por los siguientes elementos:
  • ·    Norte europeo: Compuesto por los principales países donde se instalan y donde el proceso de Sustitución es más palpable: Alemania, Francia, Inglaterra y Francia capitanean el proceso, seguidos por Holanda, Bélgica, Austria o Suecia. Su potencia económica lleva a los inmigrantes a desplazarse a estas zonas en busca de trabajo y ayudas, además de que sus propios estados han llevado a cabo diferentes políticas para su recepción.
  •       Sur europeo: Como un segundo grupo están las naciones mediterráneas como Portugal, España,  Grecia o Italia que, si bien no son una zona predilecta de asentamiento de inmigrantes sí que reciben una cantidad importante de población extranjera debido a que están en las rutas de paso hacia el grupo de países anteriormente citados. Muchos de los que pasan, finalmente se quedan. Hay que destacar que los estados de estos países no rechazan la inmigración, sino que sus menores capacidades económicas hace que sean menos apetecibles para la población no-europea en tanto que hay una menor oferta de empleo y menores ayudas sociales. Este mapa nos muestra claramente las rutas y las zonas de asentamiento:


  • El Este post-soviético: En fuerte contraposición con todos estos espacios está la Europa oriental o Europa del este; lugar en el que muchos europeos ‘’identitarios’’ han encontrado un espejo en el que mirarse de cara a un futuro de rechazo a la inmigración masiva y al multiculturalismo. Habría que destacar países como Polonia, Eslovaquia, Hungría que, a pesar de estar dentro de la UE, decidieron controlar la soberanía de sus fronteras impidiendo el paso de miles de refugiados a través de sus territorios y desoyendo las órdenes dictaminadas desde Bruselas. Por tanto, podemos afirmar que en estos países sí que se produce un rechazo explícito de la inmigración por parte del poder estatal. No solo la presencia de inmigrantes es muchísimo menor sino que las tasas de natalidad en la población autóctona se han mantenido relativamente altas: Su pasado bajo la órbita soviética ha llevado a que ahora no estén dispuestos a ceder su soberanía al nuevo poder supranacional: la Unión Europa. Además gozan de un nacionalismo y un apego a las tradiciones firmes.

Básicamente estas son las tres grandes regiones que podemos dibujar en Europa. Otro mapa que remarca aún más esta división es el que señala las concesiones de asilo, un fiel reflejo de a qué países llegan más inmigrantes y además que estados son especialmente propensos a permitir la inmigración masiva.

Nuevamente podemos observar las diferencias entre los tres grandes espacios ya descritos.

Llegados a este punto no debemos pasar por el alto la tarea de dirección que desempeña la Unión Europea en todos estos procesos, con unas injerencias inaceptables sobre la soberanía de los países tal y como ya he comentado hablando de la Europa oriental post-soviética. No olvidemos tampoco el célebre Espacio Schengen, basado en la libre circulación de personas entre todos los países miembros de la Unión, que ha facilitado enormemente la circulación de las enormes columnas de población llegadas desde Oriente medio o las ‘’cuotas de refugiados’’ que desde Bruselas se quiere imponer a los países bajo amenazas de diversos tipos.
Las lagunas de este sistema se hicieron palpables hace pocos meses cuando algunos responsables de los atentados islamistas en París huyeron hasta Bélgica, donde llegaron incluso a imponerse toques de queda a la población por miedo a nuevos ataques.
Las conclusiones son claras: Podemos establecer claramente tres espacios en los que la sustitución marcha a ritmos diferentes y con características propias. El peligro afecta a TODA Europa, incluyendo a la zona Oriental independientemente de sus políticas migratorias bastante más cabales. Dentro de la Europa occidental los países más ricos y dinámicos presentan una situación peor ya que atraen más a las enormes masas de inmigrantes y además sus estados, cómplices en todo esto, disponen de mayores recursos para financiar y apoyar la propia aniquilación de los pueblos que en teoría deberían defender. En lo que respecta a la Europa del sur, en la que incluyo a España, se encuentran en una situación ligeramente mejor debido a la peor situación económica y al endeudamiento de los estados que impide un mayor desarrollo de políticas de recepción de población foránea. En contrapartida a todo lo dicho, las naciones del norte más afectadas poseen unos movimientos nacionalistas de resistencia bastante más dinámicos, así como partidos político anti-inmigración con posibilidades reales de acceder al poder.
En un futuro trataré de manera individual los casos nacionales más destacables, analizando país por país la situación de cada uno de ellos, así como las diferencias regionales que presentan internamente.

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Comentarios

  1. Excelente. Te animo a seguir.
    Carlos Areta. Espero que te pases por Facebook.

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