Al hablar de la inmigración masiva en Europa nos vemos
obligados a tratar el fenómeno de los refugiados,
sin duda la gran crisis migratoria de nuestro tiempo pero nada más que la punta
del iceberg en tanto que el fenómeno de la sustitución racial se remonta
décadas atrás. En un futuro será tratado dicho tema, pero hoy partiremos de un
aspecto muy concreto del mismo: El pacto entre la Unión Europea y Turquía para
evitar la llegada masiva de refugiados a las costas griegas que en el último
año han alcanzado la cifra de 900.000. Se llegó a un acuerdo el viernes 18 de
marzo estableciendo las siguientes clausulas:
- El primer punto y más importante es que todos los inmigrantes irregulares que lleguen a las costas griegas serán automáticamente devueltos a Turquía
- Por cada sirio irregular devuelto a Turquía, uno entrará de manera legal en Europa
- Este acuerdo establece un límite de 72.000 personas, a partir del cual la UE no se compromete a seguir recibiendo población (Recordemos que en el pasado año llegaron 900.000)
- Turquía recibirá un total de 6.000.000 de euros con los cuales podrá financiar toda la actividad y los gastos generados por el ‘’mantenimiento’’ de los refugiados. También se ha avanzado más en una futura Turquía integrada dentro de la UE
A través de estos sencillos puntos se trata de evitar,
según la versión oficial, que dejen de llegar inmigrantes ilegales a través del
Egeo hasta las costas griegos impidiendo de ese modo el provecho de las mafias que
trafican con estas personas, así como las muertes producidas por el difícil
camino que emprenden hacia las costas griegas y posteriormente a través de los
Balcanes hasta el corazón de Europa. En definitiva se buscar paliar, que no
eliminar, la oleada migratoria.
La verdad es que esta situación se parece bastante a la
sufrida por España en la Era Zapatero hace algunos años: Las vallas fronterizas
de Ceuta y Melilla comenzaron a sufrir importantes asaltos por parte de
inmigrantes subsaharianos ilegales.
Marruecos
presenció, impasible, los asaltos a la frontera y finalmente consiguió lo que buscaba:
Financiación llegada directamente desde España para comenzar a ayudar en las
tareas de contención. Las reacciones no se hicieron esperar: Mauritania también tuvo que recibir su
correspondiente gratificación económica para comenzar a tomar medidas con las
que frenar la inmigración ilegal hacia las Canarias.
Salvando las distancias, el pacto actual se me parece
bastante a este caso español: País musulmán que, aprovechando su posición
estratégica como zona de paso, chantajea a los estados europeos en busca de
financiación y/o otras gratificaciones, en el caso de Turquía, una posible
entrada en la UE en un futuro próximo.
A raíz de todo lo dicho podemos afirmar que los países extra-europeos
emisores de población utilizan la inmigración
claramente un arma geopolítica. Normalmente achacamos el problema a
nuestros propios gobiernos, lógico por otra parte, pero no debemos olvidar que
los gobiernos de los países desde los que parten estas masas buscan en todo
momento aprovecharse de la situación. Primero debemos tener en cuenta que se
encuentran en una situación de gran crecimiento demográfico lo que conlleva una
proporción bastante alta de población joven, precisamente la que demanda
servicios y empleo, prestaciones que brillan por su ausencia en estas regiones
del Planeta. La salida de esta población joven permite reducir la
conflictividad social y que los estados no se desmoronen por la inestabilidad
que ya de por sí es altísima. Como hemos visto, también se aprovechan de los
países que reciben la población chantajeándoles a cambio de frenar las oleadas
migratorias las cuales posteriormente NO son frenadas tal y como se acordó.
Tampoco debemos olvidar que la población desplazada puede funcionar como quinta
columna para los países desde los que partieron: Conviene recordar las
multitudinarias concentraciones de turcos en los Países bajos en apoyo a las
medidas de Erdogan que refuerzan tanto el carácter autoritario como la deriva
islamista de su Régimen. En definitiva, la inmigración masiva no supone un
drama para los países que la emiten, más bien al contrario: Permite la
perpetuación de sus estados, presionar a los países que la reciben así como
crear comunidades cada vez más numerosas y afines en territorios extranjeros.
Llegados a este punto me veo obligado a aclarar que no
deseo echar balones fuera ni justifica a nuestros
gobiernos que son los culpables últimos de la progresiva desaparición de
los europeos pero, si queremos entender en su toda su compleja dimensión el
fenómeno de la Sustitución, debemos atender ineludiblemente el papel que juegan
los gobiernos de los países desde los que acude la inmigración masiva.
También hay que destacar que estos intentos de ‘’parar’’
las oleadas de refugiados no se debe a que los actuales poderes europeos se
hayan convencido de la necesidad de preservar nuestros pueblos sino porque la
llegada descontrolada de estas masas de población así como los crímenes
cometidos por ellos ha sido el desencadenante que ha llevado al auge de los
partidos identitarios europeos que se habían ido conformado en los años
anteriores Recordemos que por cada refugiado devuelvo, uno entrará de manera
legal en Europa. La llegada de población extranjera era anterior a los tan
citados refugiados y será también posterior, estos tratados no buscan más que
tener controlado el proceso, efectuándolo de manera paulatina y organizada, y
por tanto, más asumible.
Lo que muchos ya han comenzado a llamar la crisis de los
refugiados sirios, no ha sido más que el desencadenante: Muchos europeos que han abierto los ojos volviéndose
inmediatamente conscientes del peligro que en nuestra propia tierra está
acechándonos a todos nosotros. Muchos han tenido que sentir en sus propias
carnes las lindezas de la convivencia con esta gente, el terrorismo, los
asesinatos e incluso las recomendaciones de nuestra propia policía de no salir
de casa de noche a ciertas horas para darse cuenta de que la amenaza es real. Creo
además que este ‘’despertar’’ es ya irreversible y estas medidas de nuestros
gobernantes resultarán, a la postre, inútiles. Como siempre el tiempo tiene
todas las respuestas.
Sin más un saludo a todos y hasta la próxima.
Sin más un saludo a todos y hasta la próxima.
PD: Desde GranSustitución, transmitimos nuestras
condolencias a todos los fallecidos y heridos, así como a sus familias, en los
atentados de Bruselas perpetrados por terroristas yihadistas el 22 de marzo del
año 2016. No olvidaremos estos crímenes.
Fuentes para la realización del artículo:
·
Noticia de El País: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/03/18/actualidad/1458291556_389148.html
·
Noticia de Russia Today:
·
Blog de Ernesto Mila. Sección ‘Marruecos’:
http://infokrisis.blogia.com/temas/marruecos.php
He llegado a tu página desde un comentario en Alerta Digital, es muy interesante. Quería consultarte si consideras viable la emigración masiva a Europa Occidental de inmigrantes no calificados de países pobres que en su mayor parte vive de las ayudas estatales. Una vez que sean mayoría, ¿podrán seguir contando con la asistencia del Estado de Bienestar? Los nativos que queden habrán migrado a Europa del Este o América, y por lo que demuestran hasta ahora los recién llegados no parecen preparados para sostener un aparato productivo como el actual. A no ser que se aprovechen de la generosidad europea pero cuando no puedan vivir más de las ayudas se dediquen a trabajar, será casi equivalente migrar o quedarse en sus países de origen, porque habrán hecho de Europa Occidental una sucursal de sus países de origen, pobres y atrasados.
ResponderEliminarSaludos desde Argentina.
Buenos días desde España y gracias por tus palabras.
EliminarComo bien dices, Occidente no puede ser sin occidentales. Es decir, si te cargas a los españoles, España quedará como una denominación puramente geográfica carente de contenido. He ahí la clave de este genocidio. Lo que ocurra una vez se haya completado la sustitución no me preocupa: No debemos llegar a semejante punto bajo ningún concepto.
Un saludo